La Met Gala 2024 dejó un eco duradero en la mente de los espectadores y en las redes sociales, pero no precisamente por las razones que podríamos esperar. En lugar de los deslumbrantes vestidos de alta costura y las celebridades desfilando por la famosa escalinata del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, lo que se volvió viral fueron unas sorprendentes imágenes que resultaron ser obras maestras de la inteligencia artificial.

Una de las figuras en el centro de este revuelo fue Katy Perry, quien aparentemente deslumbraba con un vestido floral tan extravagante como imposible. Sin embargo, para sorpresa de muchos, incluida la propia Katy Perry y su madre, estas imágenes eran pura ficción digital. La propia Perry tomó el asunto con humor y, a través de su cuenta de Instagram, compartió las fotografías junto con una explicación graciosa sobre su ausencia real en la Met Gala debido a compromisos laborales.

Lo que realmente impresionó fue el nivel de realismo alcanzado por estas creaciones generadas por inteligencia artificial. Incluso la madre de Katy Perry, Mary Hudson, fue engañada por la apariencia convincente del “vestido” de su hija, como se evidenció en una conversación de mensajes de texto compartida por la cantante.

El impacto de estas imágenes fue masivo en las redes sociales, acumulando más de 300,000 me gusta y cerca de 70,000 compartidos. Pero Katy Perry no fue la única afectada por esta ola de montajes digitales. Otra figura destacada, Rihanna, también fue objeto de un engaño similar. Una imagen la mostraba luciendo un vestido de flores y ramas, aunque la realidad era que se encontraba enferma con gripe y no pudo asistir al evento, según informó la revista PEOPLE.

Estos incidentes subrayan la capacidad de la inteligencia artificial para generar contenido visual que puede ser tan convincente como engañoso. Más allá de ser simplemente anécdotas de la Met Gala 2024, plantean preguntas importantes sobre la naturaleza de la realidad en la era digital y la necesidad de ser críticos y cautelosos al interpretar lo que vemos en línea.