Ya es leyenda. Ha pasado a la historia como una de las actuaciones memorables de Nirvana. Divertida, irreverente… una burla. Su protesta a las reglas establecidas. El 28 de Noviembre de 1991, los reyes del grunge estaban invitados al programa estrella de la BBC ‘Top of the Pops’. Según las normas del show, debían hacer ‘playback’ sobre la música pregrabada de ‘Smells like teen spirit’. Cobain sí cantó en directo… imitando a Morrissey o comiéndose el micrófono. El resto de la banda visualizó de forma ostensible que todo era una farsa.

En 1991, Nirvana se convirtió en una de las grandes bandas del planeta. El grunge conquistaba el mundo. El inesperado éxito comercial y de crítica de ‘Nevermind’, su segundo álbum, dejaba entrever el inminente estatus de leyenda del trío de Seattle. Las ventas imparables del primer single, ‘Smells like teen spirit’, habían sembrado la ‘Nirvanamanía’ por todo Estados Unidos. La canción era aclamada como un himno por toda una generación, su vídeo se emitía una y otra vez. Eran el fenómeno cultural de los 1990s.

En noviembre de 1991, Kurt Cobain, Krist Novoselic y Dave Grohl cruzaron el charco para emprender una gira europea. A los iconos del grunge, que se habían ganado la reputación de rebeldes ingobernables, les invitaban en todas las televisiones para que tocaran su emblemático tema. No podían faltar en Top of the Pops, toda una institución musical británica por excelencia. Por allí pasaban las mayores estrellas internacionales. Consideraban un honor asistir al show semanal y obedecían a pies juntillas las estrictas normas que imponía la BBC en esa época: las actuaciones no eran en directo. Los artistas debían limitarse a mover los labios o a hacer que tocaban sus instrumentos. Nirvana se negó a esa pantomima.

El 28 de Noviembre de 1991, cuando el grupo llegó a los Elstree Studios en Hertfordshire, recibieron instrucciones: su actuación sería en ‘playback’. Tras su protesta, llegaron a un acuerdo. El equipo de producción cedió un poco en sus normas y permitió que Cobain cantara en directo sobre la base musical pregrabada. Eso significaba que el bajista, Krist Novoselic, y el batería, Dave Grohl, tendrían que seguir la farsa.

Efectivamente. Kurt Cobain cantó en directo. Pero no exactamente como se esperaba. Supuestamente, su burla al show de la BBC se tradujo en lentos y exagerados rasgueos de guitarra con sus manos completamente alejadas del instrumento, una voz robótica, deliberadamente grave, estilo gótico, que ralentizó a propósito haciéndola una octava más baja. Como después confirmó, intentaba imitar al líder de The Smiths, Morrissey. Además, se metió el micrófono en la boca e incluso cambió el icónico comienzo: “load up on guns, bring your friends” (carga las armas, trae a tus amigos) por “load up on drugs, kill your friends” (cárgate de drogas, mata a tus amigos”).

El resto de la banda visualizó de forma ostensible que no estaba tocando sus instrumentos. Novoselic levantaba su bajo por encima de la cabeza y Grohl golpeaba los platillos y tambores de cualquier manera y lanzaba miradas cómicas a la cámara… se pasó la mayor parte del tiempo bailando. Y, a pesar de estas ridículas excentricidades, el público estaba absolutamente enloquecido. En la mesa de control se preguntaban, “¡Dios mío!, ¿Qué es esto?, ¿Cómo dejamos que esté pasando?”

Existe otra versión de lo ocurrido aquel Noviembre de 1991. Según publica HertsLive, durante la gira del grupo por Reino Unido, Cobain cogió un fuerte resfriado que le afectó a la voz y le impedía alcanzar el tono adecuado de la canción. Por eso optó por emplear un tono más bajo. No obstante, en una biografía sobre Kurt Cobain titulada ‘Heavier Than Heaven’, el periodista Charles Cross confirmó la estratagema: “Kurt urdió un plan con Novoselic y Grohl para hacer una parodia de su actuación. Mientras la música sonaba, Kurt cantó a ‘cámara lenta’, hizo casi una versión ‘lounge’…”.

Que los músicos simulen tocar en directo en televisión, mientras los espectadores escuchan un tema pregrabado, parece como la antítesis del rock and roll. Pero todos lo aceptaban; era una “farsa inofensiva”. Top of the Pops tenía una larga tradición. “Durante más de 40 años”, escribe Rolling Stone, “todo el mundo, desde los Rolling Stones a Madonna o Beyoncé, pasaban por aquí para interpretar su último single, bien haciendo playback o cantando con la base musical pregrabada de fondo”. Nirvana rompió moldes. Su actuación hoy es leyenda y ha pasado a la historia como “una de las mayores peinetas” a la música en ‘playback’ en televisión.