La función de ilustración de ChatGPT es un ejemplo de cómo la inteligencia artificial puede ser utilizada para crear contenido visual atractivo y personalizado. Sin embargo, la creación de estas ilustraciones implica un proceso computacional intensivo que requiere enormes centros de datos y sistemas de refrigeración para evitar el sobrecalentamiento. Esto plantea dudas sobre el impacto ambiental de esta tecnología y la necesidad de encontrar soluciones sostenibles.
Sam Altman, CEO de OpenAI, ha reconocido que entrenar y operar estos modelos requiere cantidades significativas de electricidad y potencia de procesamiento. Esto ha generado un debate sobre la necesidad de encontrar formas de reducir el impacto ambiental de la inteligencia artificial y de garantizar que su desarrollo y uso sean sostenibles.
Además del impacto ambiental, la función de ilustración de ChatGPT también plantea dudas sobre la privacidad de los datos personales. Cuando los usuarios envían sus fotos a la inteligencia artificial para que las reinterprete, están compartiendo un pedazo de su identidad con una máquina. OpenAI ha asegurado que no almacena indefinidamente las imágenes ni las usa para entrenar modelos sin permiso explícito, pero las fotos sí pueden ser analizadas temporalmente para procesar la solicitud y mejorar la experiencia del usuario.
La función de ilustración de ChatGPT es un ejemplo de cómo la inteligencia artificial puede ser utilizada para crear contenido visual atractivo y personalizado. Sin embargo, es importante que los usuarios sean conscientes de los posibles riesgos y limitaciones de esta tecnología, incluyendo su impacto ambiental y la privacidad de los datos personales.
Ahora que conoces esta información ¿Seguirá sacando ilustraciones diseñadas por la IA?.
Créditos de Video: @feresjaime
Escrito Por:
Yadira Cobos