Van Damme, conocido por sus éxitos en películas como “Kickboxer” y “Bloodsport”, reflexionó sobre el sacrificio personal que implicó su ambición. “Tengo una vida formidable, pero perdí la relación con mis hijos”, declaró, visiblemente afectado.
El actor belga confesó que su éxito no ha sido suficiente para compensar el tiempo perdido con su familia. “Cuando empecé a tener éxito, lo di todo, pero ellos no lo entenderán, ni siquiera cuando esté muerto”, declaró.
Van Damme también compartió que sus hijos han crecido con el deseo de seguir sus pasos en el mundo del cine, un sueño que él mismo alentó en el pasado. Sin embargo, ahora considera que esa visión fue equivocada. “Les dije que seríamos una familia de cine, pero me equivoqué”, confesó con amargura.
A pesar de los desafíos, Van Damme está determinado a intentar reconstruir su relación con sus hijos. “Es un desafío, pero también es una necesidad emocional”, declaró.
La historia de Jean-Claude Van Damme es un recordatorio de que el éxito a menudo exige sacrificios que dejan marcas duraderas. Sin embargo, también es un testimonio de la importancia de la familia y la conexión emocional en nuestras vidas.
Escrito Por:
Yadira Cobos